Mentalidad de Fundador. Parte 3.

Mentalidad de Fundador. Parte 3.

Reunión Familiar Semanal con Agenda de Reunión

Al principio, será un gran logro reunirse semanalmente fuera de la oficina, y compartir el espacio. Es tan grande este cambio, esta mejora cimental, que muy posiblemente surjan resistencias del tipo “me olvidé”, “se me pasó”, “arreglé otra cosa”.

Son resistencias esperables que aprenderás a manejar, esperando los tiempos de madurez familiar y por supuesto, haciendo otras cosas al mismo tiempo como reforzar los vínculos, dar capacitaciones internas que profesionalicen a los miembros, establecer políticas internas. ¡En fin! No esperamos en vano, sino que hay mucho por hacer estratégicamente.

Como líder familiar, no desfallezcas. Sostené el espacio sabiendo que no es una pérdida de tiempo sino un trabajo de fortalecimiento y unión familiar, que trae el valor agregado de ser empresarialmente más productivos y rentables.

Una vez superadas las primeras reuniones de acomodamiento hacia el siguiente nivel (de no reunirnos a TENER que reunirnos), mientras vayas instalando estrategias múltiples para ayudar a reducir las resistencias al cambio, vas a comprobar que se repiten los temas que se conversan.

Y esto es una gran noticia porque estarás detectando los asuntos familiares que la familia necesita resolver.

“No debemos cansarnos de hacer el bien. Si no nos rendimos,

tendremos una buena cosecha en el momento apropiado”.

Gálatas 6:9. Palabra de Dios para Todos

Como líder, es momento de estar atentos, con escucha activa, repreguntando, animando a que fluya el diálogo sin enojos ni indirectas, destacando que prime el compromiso verdadero de “querer que se pueda”.

Como siempre digo: “la intención se nota prontamente”. Puede que haya malos entendidos y que resurjan conflictos, pero son parte del oleaje inicial.

Es sabido que vale más el ejemplo que mil palabras, por lo que te sugiero llevar tu agenda de temas familiares. Esta agenda comienza con el emergente, es decir, los asuntos que se conversan reiteradamente.

Suele abundar el pasado y también aspectos del presente. Necesitas ir a fondo para redondearlos, y notarás que a medida que se solucionan los temas, dejan de estar en la reunión. No dejes cabos sueltos. Acompaña hasta que surjan acuerdos.

Con el paso del tiempo, los demás integrantes de la familia traerán sus agendas de reunión. Algunos escritos en papel, otros escritas en el corazón. No dejes pasar, no minimices. Da lugar a los pendientes hasta que se cierren.

Y, mientras, de a poco, anda incorporando lo nuevo, tanto inmediato como algunos grandes sueños. Son invitaciones a ir por más, a no quedarse solo en lo que ya conocemos, sino a resolver para avanzar hacia nuevos horizontes.

Como líder, estarás respaldando el crecimiento y dejando una huella familiar, eso que verdaderamente los une y transforma.

Sí. Definitivamente necesitarás paciencia. Sin embargo, en el mediano plazo, todos notarán que se acelera la dinámica familiar hacia un modo más productivo y adulto.

Y lo mejor del caso, es que empezarán a darse cuenta que es más fácil pelear por el pasado que tener el coraje de unirse, para abrazar un futuro familiar y empresarial prometedor.

Perseverar en la oración, para recibir la guía del Espíritu Santo, te dará una sabiduría y fortaleza incomparable….

 Y perseverando, serás realmente exitoso al cumplimiento del Gran Propósito de Dios: crear y mantener una familia en armonía, dispuesta a conquistar mayores logros empresariales.

¡DISFRUTA de la Plenitud del SEÑOR!